Hoy quiero, deseo, necesito, compartir una de mis últimas lecturas:
Por qué contar cuentos en el siglo XXI de Andrés Montero.
Este breve libro en páginas, que no en contenido, me ha cautivado al mostrarme de una forma sencilla y clara todo un mundo de razones para seguir contando cuentos en el siglo XXI, XXII y en los que vengan...
No es un ensayo al uso, lleno de mil razones para defender los cuentos, sino un canto, con voz propia y melodía cotidiana, de las experiencias de los profesionales que se dedican a contarlos y de aquellos que se dedican a escucharlos.
Experiencias, anécdotas, que bailan por las páginas de este libro y que en su lectura han llenado mi salón. Sonrisas, ternura, reflexiones y un millón de experiencias han ido anidando en mi mente como "duendecillos" cargados de grandes deseos de seguir contando y escuchando cuentos. Cada una de estas sensaciones vividas e incluso imaginadas conforman y dan sentido a ese bello arte de contar cuentos.
Para terminar quiero mencionar dos anécdotas que me han llamado poderosamente la atención:
La de Pep Bruno (España) cuando contaba cuentos en pueblos y aldeas de Guinea (pg.43 y 44) y la de Inés Bengoa (España) (pg.57) que con su permiso comparto aquí:
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