Seguimos trabajando los libros de lectura. Cada Ratoncito con su libro.
Ayer, en el taller, tocó compartir y exponer. La experiencia es gratificante porque poco a poco los niños van ganando en confianza, la oratoria la dominan mejor, son capaces de sintetizar y ser claros en sus exposiciones y entender lo que se esconde detrás de cada lectura. ¡Todo un reto para ellos y un logro para la bibliotecaria!
Para acabar el taller nos distendimos jugando al juego de "hundir la flota", pero en vez de hundir barcos teníamos que hundir palabras. Fue muy divertido y los niños se implicaron activamente.
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