Llega el verano y el calor, los usuarios combinan la biblioteca con otros lugares que en invierno parecen prohibidos. Salen al exterior para experimentar sensaciones diferentes: el sol, el calor, el aire, la brisa, el color, reflejado en sus ojos, en sus caras, en sus almas.
Lugares como los parques, las piscinas, los ríos, los montes, se llenan de gente dispuesta a disfrutar de la vida con amigos, en familia o en solitario. Y se viaja, a lugares paradisíacos y otros que no lo son tanto, para experimentar en carne propia esos viajes de los que disfrutamos en los libros.
Pero los usuarios también leen, lecturas más sosegadas, más tranquilas y más frescas, lecturas de verano. Y nosotros animamos a todos a que compartan con nosotros esas lecturas, esos paisajes, esos lugares, que este verano están disfrutando.
Una de nuestras usuarias de verano, leyendo la última adquisición de está biblioteca: Encuentros entre notas discordantes de Soco Cordente, en la piscina de Chillarón de Cuenca. |