Aunque no soy de las que les gusta celebrar eventos que vienen impuestos por el consumismo, y apuesto por las demostraciones del día a día, por lo pequeños detalles. Este año he decido regalarles unos corazones de mandarina a mis chicas del club de lectura de adultos, L@s Devora Libros. Puede que me pillará en un momento más meloso de lo normal, ¡aunque a ñoña no me gana nadie!, puede que de repente sintiera la necesidad de convertirme en cocinillas...
Pero como no hay que buscar explicaciones, cuando una muestra de cariño te sale de dentro, del corazón, quiero compartir mis corazones de mandarinas con todos vosotros:
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