Las bibliotecas han dejado de ser esos almacenes llenos de libros que fueron en el pasado, han traspasado esa dimensión tan alejada de la realidad en estos momentos, y solo hace falta acercarse a ellas para descubrir que, en ese mundo mágico, todo es posible: lecturas, escrituras, conversaciones, sensaciones, olores, sabores, pensamientos compartidos..
Como muestra de ello, el encuentro que tuvimos con la escritora Teresa Palomino Palomino y su Cantero infiel. Leímos su libro, escribimos impresiones, compartimos ideas, escuchamos historias, anécdotas , aprendimos, hicimos un recorrido por el pasado, sentimos que podíamos vivir la historia de nuestro querido Arnald, el cantero infiel, y recorrer con él mundos pasados, pero tan cercanos por el escenario en el que se desarrolla la novela, disfrutamos de la amistad con él, pero también sentimos miedo, rabia, indignación ante las injusticias. Fuimos capaces, incluso, de oler, saborear, tocar cada escenario, cada suceso... cada momento que con tanta pasión nos trasmitió Teresa.
Estoy agradecida a estos momentos que nos brinda la biblioteca, pero sobre todo a escritoras como Teresa Palomino Palomino, que de una forma totalmente desinteresada, solo por el hecho de amar lo que hacen, comparten con nosotros momentos tan maravillosos que nos acercan al mundo de los libros.
Gracias Teresa por tu naturalidad, por tu cercanía y por tu generosidad, ha sido un verdadero placer tenerte entre nosotros.
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