Los bibliotecarios y bibliotecarias seguimos trabajando desde nuestras casas, haciendo papeleo, al que normalmente no llegamos por falta de tiempo, y otras labores que normalmente nadie reconoce y que hay que hacer.
Pero sobre todo, seguimos dando el servicio fundamental de atención al ciudadano, aunque este servicio se haya transformado y no sea el ideal, nosotros nos hemos adaptado. Puede que los préstamos de libros o multimedia no sean de manera directa, pero desde la red de bibliotecas y a través de diversas plataformas seguimos haciéndolo; puede que no hagamos clubes de lectura, actividades o talleres presenciales, pero ofrecemos una gran variedad de actividades a través de la red; puede que no informemos cara a cara, pero sí vía telemática e incluso telefónica, no solo conceptos bibliotecarios, sino incluso información de servicios de la localidad, como el horario de las tiendas o de la farmacia. Además, seguimos conectados, preocupados por nuestros usuarios, incluso ofrecemos recomendaciones de lecturas personalizadas y recibimos recomendaciones de ellos.
Como anécdota: Ayer por la noche recibí una recomendación muy especial a través de una audio de whatsapp y hoy quiero compartirla con vosotros y vosotras.
Valle nos recomienda: Querido hijo estás despedido de Jordi Sierra i Fabra.
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