Cuando una escritora llega a tu biblioteca te preguntas como llevar a cabo el encuentro con ella. Al principio dudas si ponerla a ella sola, frente al público, o no. Pero cuando la buena energía fluye desde del principio, cuando vislumbras como es esa persona, y lo que te transmite te gusta y te agrada, lo que haces es integrarla en el grupo.
Eso es lo que ocurrió ayer con Ana Belén Rodríguez Patiño, su cercanía, su dulzura y su voz nos dejó embobados. Nos habló de su escritura, de sus libros, pero también del camino recorrido y del camino que le que queda por recorrer. Nos escuchó atentamente cuando compartimos nuestras lecturas con ella, cuando dialogamos sobre lo que nos habían transmitido las lecturas de sus libros. Sobre los misterios, más bien enigmas, que esconden sus libros. Sobre sus muchos conocimientos... Ana Belén es un diamante en bruto de la que todavía nos queda mucho por descubrir.
Qué difícil resulta poner en palabras sensaciones tan agradables, esa sensación de mezcla entre paz y satisfacción, que te dejan con la cabeza y con el corazón lleno. Escritoras como Ana Belén son como un soplo de aire fresco y siempre son bien recibidas en cualquier lugar, especialmente en nuestra biblioteca. Estamos deseando que vuelva para seguir compartiendo con ella momentos de felicidad.
¡Es que no hay nada mejor que una buena compañía y un café con pastas alrededor de una mesa! (y unos phoskitos 😏)
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| Gracias Ana Belén |
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