LA LUNA GRANDE, MEDIANA Y PEQUEÑA
Había una vez una Luna rosa que estaba jugando con sus juguetes de madera, que eran muy grandes. La Luna no llegaba a lo alto y tenía que escalarlos. Hasta que un día, sin saber cómo, la Luna se hizo gigante.
Siempre llevaba un vestido de lunares rojo, pero como había crecido, su ropa le quedaba pequeña y ya no le valía, porque la pobre Luna ahora era gigante.
Por eso la Luna se fue a la tienda a comprar ropa.
La dependienta le dijo: tú no eres normal, tú eres paranormal.
La Luna respondió: me da igual, me voy a comprar unos tacones.
Dependienta: aquí para tu talla no hay nada, tendrás que ir a la tienda de ogros.
Luna: No me voy a ir de aquí porque me gusta mucho la ropa de esta tienda. ¡Ya sé! Voy a intentar volver a mi tamaño de antes.
Al final la Luna llamó a Doraimón y a Nobita para que le dieran la linterna minimizadora. Pero estos dijeron que no podían ir. Tenían otro encargo con la linterna y no tenían pilas suficientes.
Por eso, la Luna decidió llamar a Mickey Mouse, un ratón que hacía muchos inventos. La Luna le pidió que le hiciera una Mickey herramienta para poder empequeñecer. Mickey Mouse le mandó que fuera mejor a buscar al Pato Donald. Pero como Donald no sabía hablar, sólo sabía decir “cua-cua”, la Luna no le entendió.
Entonces se fue a buscar a Goofy y a Pluto. Entre los dos dispararon a la Luna con el miniminizador y por fin se hizo más pequeña. Pero tampoco se podía poner la ropa, porque ahora era demasiado pequeña y la ropa demasiado grande.
La Luna muy triste se fue a buscar a su amiga la Gallina Turuleta que se puso a poner huevos. Después la Gallina Turuleta se tuvo que ir a Hollywood y la Luna se fue con ella para buscar ropa de su talla.
Entonces la Luna se acordó de que allí tenía varios amigos ratones que le dejaron ropa que le quedaba muy bien y fueron sus mejores amigos para siempre.
Colorín colorado la luna ya es normal y este cuento se tiene que acabar.
Unicornios Lectores
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